ORTIZ – KUPITRAC. NUEVA YORK, 2021

En el centro del salón destaca un imponente candelabro con cristales, mientras que a la derecha una escultura mexicana en bronce sobre una base de cristal crea un llamativo contraste con la vista de los rascacielos de Nueva York. El sofá de formas curvas invita a disfrutar del espacio en armonía con el entorno. En la segunda foto, podemos apreciar un primer plano que resalta las texturas y materiales predominantes en el espacio, creando una experiencia visual rica y envolvente. La iluminación ingresa de manera especial, gracias a una cuidadosa mezcla monocromática de texturas que brindan calidez y personalidad al salón. Durante la noche, los apliques de luz en bronce y cristal crean una atmósfera ideal. Las formas curvas del mobiliario se integran de manera armoniosa con la arquitectura del edificio, generando un equilibrio visual y estético. En la esquina izquierda del salón, encontramos un recordatorio de la pasión por el arte mexicano de los propietarios: una pieza hecha a mano en color azul cobalto montada sobre un pedestal de mármol que resalta en el espacio. Como el Yin y el Yang, la cocina con carpintería oscura y mesones en negro mate logra un equilibrio perfecto con el interiorismo en tonos claros y luminosos del salón. Los polos opuestos se atraen en una combinación de contrastes cautivadores. Y, por supuesto, no puede faltar el libro de cocina colombiana de la talentosa Mariana Velásquez. Es un elemento imprescindible para complementar esta experiencia excepcional.